Cuando llega el momento de elegir una carrera o una formación, una de las primeras preguntas que aparece es: ¿quiero estudiar de manera presencial o prefiero hacerlo online? Hoy existen muchísimas opciones en ambos formatos, y la decisión no pasa solo por la comodidad, sino por cómo te gusta aprender, con qué entorno te sentís mejor y qué tipo de experiencia querés vivir.
Formarte de manera presencial
Lo bueno:
- Te permite vivir la experiencia universitaria o educativa en comunidad: conocer personas, compartir espacios, participar en proyectos y generar vínculos que muchas veces se transforman en redes profesionales.
- Favorece la concentración y la rutina, porque tenés horarios fijos y un entorno pensado para estudiar.
- Brinda acceso directo a docentes, laboratorios, talleres o prácticas, especialmente valioso en carreras con formación práctica (salud, arte, ingeniería, educación, etc.).
Lo no tan bueno:
- Puede implicar traslados, costos de vivienda o pasajes, sobre todo si la carrera está en otra ciudad.
- Los horarios suelen ser menos flexibles, lo que a veces dificulta combinar estudio con trabajo.
- Si el entorno no te resulta cómodo o motivador, puede volverse rutinario o agotador.
Formarte de manera online
Lo bueno:
- Brinda flexibilidad de tiempo y lugar: podés estudiar desde tu casa, viajar o trabajar al mismo tiempo.
- Te permite acceder a formaciones de todo el mundo, incluso si no vivís cerca de una universidad grande.
- Desarrolla habilidades muy valoradas en el mundo actual, como la autonomía, la organización y el manejo digital.
Lo no tan bueno:
- Puede generar aislamiento o menor sentido de pertenencia, si no se acompaña con espacios de encuentro virtual o presencial.
- Requiere mucha disciplina y autogestión para mantener la motivación y cumplir con los tiempos.
- Algunas carreras pierden parte de su valor si no cuentan con instancias prácticas o presenciales (por ejemplo, prácticas clínicas, trabajo en laboratorio o actividades artísticas).
Entonces… ¿cuál elegir?
No hay una única respuesta correcta.
Depende de vos, de tus intereses, tu estilo de aprendizaje, tus posibilidades actuales y tus proyectos futuros.
Podés preferir la presencialidad por lo social y vivencial, o elegir lo online porque te da libertad y autonomía.
Incluso, muchas personas hoy combinan ambos mundos: formaciones híbridas, donde lo presencial y lo virtual se complementan.
Lo importante es que tu elección te haga sentir motivado, conectado con tu propósito y con espacio para crecer.
Porque estudiar no es solo acumular conocimientos: es vivir un proceso de descubrimiento personal.
En Cardinal, acompañamos ese proceso para que tu elección sea coherente con quién sos y con cómo querés aprender